Mediocridad

M.G.Hernández escribió:

Suéltame, Poesía, que te escapas
errática en corrientes de mis venas.
Llévate tu albedrío y mis condenas
al reverso sombrío de tus mapas.

Entierra el corazón en que me atrapas
profundo en los vacíos que me llenas.
Arrebata estas aguas tan serenas
a la impúdica sed con que me empapas.

¿Quién eres que me nombras y me olvidas?
¿Qué quimera me urgió para invocarte
a suturar con sangre estas heridas?

Sé quién fui… ¿Quién soy yo para juzgarte?
lo que queda de un sueño de otras vidas
en que urdía pudor para soñarte.

Ya había leído antes este soneto, pero siempre es un placer volver a leerlo y disfrutar de su perfecto engranaje y de su red de significados. Cuando un soneto suena natural al oído, cuando no se distinguen los remiendos ni las costuras, entonces es que es un gran soneto, y el tuyo, Mariano, carece por completo de artificiosidad. Este verso: "Sé quién fui… ¿Quién soy yo para juzgarte?" me encanta.

Un abrazo, amigo.

M.G.Hernández escribió:

Suéltame, Poesía, que te escapas
errática en corrientes de mis venas.
Llévate tu albedrío y mis condenas
al reverso sombrío de tus mapas.

Entierra el corazón en que me atrapas
profundo en los vacíos que me llenas.
Arrebata estas aguas tan serenas
a la impúdica sed con que me empapas.

¿Quién eres que me nombras y me olvidas?
¿Qué quimera me urgió para invocarte
a suturar con sangre estas heridas?

Sé quién fui… ¿Quién soy yo para juzgarte?
lo que queda de un sueño de otras vidas
en que urdía pudor para soñarte.

Para mí que no domino en absoluto la métrica, tiene mucho mérito tu soneto Mariano.
Me encantan los sonetos cuando son así de frescos, hay una naturalidad que huye de todo artificio y debo aplaudirte porque es todo un arte que dominas con certera precisión.

Un abrazo.

_María

Me encanta este soneto, amigo Mariano. Demuestras tener mucho talento. Además, como ya apunta la compañera María, la lectura es muy agradable y natural.
Un fuerte abrazo.

Es un espléndido soneto. Admiro la intensidad de los versos, es como un aguacero de sentimientos que ha encontrado la cadencia perfecta para sembrarse dentro de nosotros. Abrazo y felicitaciones, Mariano.

Óscar, María, Miguel Ángel, Marius, gracias por vuestros comentarios, me confirmáis que el trabajo invertido mereció la pena. Siempre intento que sea fluido e intenso. Este poema fue un punto de inflexión en mi forma de escribir, me deshice de gran parte de mi mediocridad.

Un abrazo a todos/as.

Aunque es difícil seccionar tu soneto por la cohesión de sus versos, es quizás la segunda estrofa la que más me ha gustado, tanto por sus figuras retóricas como por la contundencia. La imagen de la sangre suturando las heridas es también de mis preferidas.
Un placer visitarte.

Marisol Galarza escribió:Aunque es difícil seccionar tu soneto por la cohesión de sus versos, es quizás la segunda estrofa la que más me ha gustado, tanto por sus figuras retóricas como por la contundencia. La imagen de la sangre suturando las heridas es también de mis preferidas.
Un placer visitarte.

Muchas gracias, Marisol. Coincido contigo en la contundencia de la segunda estrofa, lo de "impúdica sed" seguramente es lo que le da más fuerza.

Encantado de conocerte, nos vemos por aquí. Saludos.

Hernández Latorre escribió:Suéltame, Poesía, que te escapas
errática en corrientes de mis venas.
Llévate tu albedrío y mis condenas
al reverso sombrío de tus mapas.

Entierra el corazón en que me atrapas
profundo en los vacíos que me llenas.
Arrebata estas aguas tan serenas
a la impúdica sed con que me empapas.

¿Quién eres que me nombras y me olvidas?
¿Qué quimera me urgió para invocarte
a suturar con sangre estas heridas?

Sé quién fui, nadie soy para juzgarte;
lo que queda de un sueño de otras vidas
en que urdía pudor para soñarte.

He vuelto a este soneto, que creo que fue el primero que publicaste en este foro, para sacarlo de ahí abajo donde estaba, y he visto que recientemente le hiciste una serie de correcciones.

Considero que ese último terceto te ha quedado mejor así, siendo lo anterior bastante bueno. Lo argumento en que los puntos suspensivos en poesía me generan ciertas dudas estéticas. Prefiero evitarlos. Es una manía que tengo.

En Caótica sangre era la última estrofa la que más me gustaba, y aquí también.

Aparte, creo que también subrayé en su momento el verso "a la impúdica sed con que me empapas", que me parece muy original, puesto que hay un oxímoron muy sutil entre tener sed y el hecho de empapar.

En cuanto a lo que afirma o sugiere el poema, da la casualidad de que está relacionado con algunos de los diálogos que hemos mantenido últimamente, de cómo muchas veces nos sentimos huérfanos de poesía.

Para mí, que te considero un maestro del soneto, el título no podría hacerte menos justicia.

Saludos.

Sí, Óscar, tiene todo que ver con lo que hablamos recientemente. De hecho, si hablo tanto de la mediocridad es porque yo estuve sumergido de lleno en ella y la conozco muy bien. Nadie podrá decir que voy de pedante ni soberbio, voy de mediocre que, al vomitar el bicho de una puñetera vez, apagó la luz y se echó a dormir.
Este soneto es el paradójico principio de mi punto final en la poesía. Con él descubrí que los poemas deben ser una secreción de tu organismo, salir de los intestinos, de las glándulas suprarrenales, deben ser una eyaculación rabiosa, espasmódica.
Si, como tú dices, un poema es un súcubo de vientre abotargado con el que vas a tener relaciones a lo largo de toda tu vida, más vale que sea un súcubo atractivo (risas).
La inercia del arrebato Mediocridad me llevó a escribir los poemas que siempre quise escribir: caótica sangre y Mar menor. Y con esos tres me quedo.

Podría escribir el “Duro manual de mediocridad”, o “El poeta que eres y nadie ha tenido el valor de espetártelo en la cara”, o “Más autocrítica y menos mansturbación”, o “Si escribes poemas como churros no eres poeta, eres churrero”. En fin, amemos la poesía…

Notas sobre el soneto:

Los puntos suspensivos, entre otras cosas, son un recurso que delata incapacidad para resolver una imagen o verso dejando al lector que imagine lo que quiera. De hecho, el verso [“Ser no podrá…” ¡Lo que nunca sería!] de mi soneto Caótica sangre es un recurso para resolver la acentuación. Es un verso que me trae de cabeza y está pendiente de resolver.

Por otro lado, comentar que elegí la rima consonante para escribir un soneto lo más puro posible, pero quiero decir que pienso que la rima consonante es una norma demasiado restrictiva que traba el poema, no veo que ayude en nada a conseguir belleza más allá de ser un alarde de técnica por parte del autor. Creo que reduce el vocabulario disponible hasta hacerte elegir palabras que no son apropiadas o que no querrías usarlas. Ejemplo: me horroriza la palabra “Empapas”. Se salva por el oxímoron que comentas, pero me horroriza y no puedo cambiarla por otra que rime en consonante.

Por otro lado, la rima ABBA ABBA es horrorosa para mí. Dos versos seguidos con la misma rima, y además consonante, me suena a ripio. Prefiero ABAB ACAC.

Fin de las notas.
Eres muy generoso, Óscar, no sé si maestro, pero sí afirmo que sé versificar con cierta facilidad, para mí es un bonito trabajo que te ayuda a escribir el poema, a encontrarlo, a sumergirte en una maravillosa búsqueda de musicalidad y lenguaje y, a veces, alcanzas el ansiado éxtasis en que el lenguaje se apodera de ti y te usa para escribir lo que le apetece.

Saludos, Óscar.

Hernández Latorre escribió:Sí, Óscar, tiene todo que ver con lo que hablamos recientemente. De hecho, si hablo tanto de la mediocridad es porque yo estuve sumergido de lleno en ella y la conozco muy bien. Nadie podrá decir que voy de pedante ni soberbio, voy de mediocre que, al vomitar el bicho de una puñetera vez, apagó la luz y se echó a dormir.
Este soneto es el paradójico principio de mi punto final en la poesía. Con él descubrí que los poemas deben ser una secreción de tu organismo, salir de los intestinos, de las glándulas suprarrenales, deben ser una eyaculación rabiosa, espasmódica.
Si, como tú dices, un poema es un súcubo de vientre abotargado con el que vas a tener relaciones a lo largo de toda tu vida, más vale que sea un súcubo atractivo (risas).
La inercia del arrebato Mediocridad me llevó a escribir los poemas que siempre quise escribir: caótica sangre y Mar menor. Y con esos tres me quedo.

Podría escribir el “Duro manual de mediocridad”, o “El poeta que eres y nadie ha tenido el valor de espetártelo en la cara”, o “Más autocrítica y menos mansturbación”, o “Si escribes poemas como churros no eres poeta, eres churrero”. En fin, amemos la poesía…

Notas sobre el soneto:

Los puntos suspensivos, entre otras cosas, son un recurso que delata incapacidad para resolver una imagen o verso dejando al lector que imagine lo que quiera. De hecho, el verso [“Ser no podrá…” ¡Lo que nunca sería!] de mi soneto Caótica sangre es un recurso para resolver la acentuación. Es un verso que me trae de cabeza y está pendiente de resolver.

Por otro lado, comentar que elegí la rima consonante para escribir un soneto lo más puro posible, pero quiero decir que pienso que la rima consonante es una norma demasiado restrictiva que traba el poema, no veo que ayude en nada a conseguir belleza más allá de ser un alarde de técnica por parte del autor. Creo que reduce el vocabulario disponible hasta hacerte elegir palabras que no son apropiadas o que no querrías usarlas. Ejemplo: me horroriza la palabra “Empapas”. Se salva por el oxímoron que comentas, pero me horroriza y no puedo cambiarla por otra que rime en consonante.

Por otro lado, la rima ABBA ABBA es horrorosa para mí. Dos versos seguidos con la misma rima, y además consonante, me suena a ripio. Prefiero ABAB ACAC.

Fin de las notas.
Eres muy generoso, Óscar, no sé si maestro, pero sí afirmo que sé versificar con cierta facilidad, para mí es un bonito trabajo que te ayuda a escribir el poema, a encontrarlo, a sumergirte en una maravillosa búsqueda de musicalidad y lenguaje y, a veces, alcanzas el ansiado éxtasis en que el lenguaje se apodera de ti y te usa para escribir lo que le apetece.

Saludos, Óscar.

Estás muy lejos de ser o de conocer la mediocridad, pero en una cosa sí te doy la razón: el acto creativo es doloroso como un parto (no en vano, las ideas se alumbran), y quien al escribir y expulsar su criatura no sienta o haya sentido ese desgarro espiritual, es que jamás conoció el arte, la Belleza ni nada que se le parezca.

Hay algo atávico en el hecho de escribir, una fractura de aquello que asumimos como normal.

A mí, que como sonetista soy pésimo (lo reconozco), 'Caótica sangre' y 'Mar menor' me parecen sublimes. Y de una cosa estoy seguro: quien fue capaz de escribir aquellos versos, tiene en sí el poder y la capacidad de repetirlo. Ahora bien, hay que querer vaciarse las entrañas. Es doloroso, sí.

La verdad es que tú y yo nos complementamos: tú dominas la poesía reglada y yo la poesía sin reglas o desarreglada (sólo en apariencia).

Saludos, Mariano.

Coincido con las últimas respuestas dadas a tu poema y soneto, y me conformo con sentirme cerca de esta magnífica creación poética. Un saludo amable, Mariano!