CAMINAR

Vuelvo paseando desde el parque de las palabras a mi humilde y alegre casa, una familia cicatrizada espera que llegue entero.
Antes he estado hablando con las flores y los árboles verdes, vivos y frescos de savia, me arrastro por El Barrio, que camino tan largo, nadie saluda, solo te miran, nadie me conoce...
Pero llevo infinidad de años paseando, ahora me arrastro.
Pero no siento tristeza, noto la miseria de los rostros agotados, extrañados, es por eso que les miro mientras vigilo el camino, para evitar un tropiezo.
Me alejé buscando el sol redondo, ebrio de luz hace un momento, escondido tras las sombras de la noche en un mísero instante.
Vislumbro lejana mi casa, los abrazos familiares, entrego las flores recogidas, leo las palabras escritas bajo el olor de la Naturaleza, roto de lágrimas se detuvo el tiempo y dejé atrás falsas esperanzas, todos hemos crecido en un momento, ellas esperando inmóviles a que me trajera el tiempo, yo asombrado de lo logrado, presencié el corazón de las cosas.
Esas torrenciales lágrimas se derraman por los cuerpos que esperan con íntimo amor que sirvan de sustento a la tierra.
Caminaremos durante toda la noche soñando cómo crece la tierra regada de mis lágrimas.
Solo espero que la noche no me dirija hacia el Leteo, con su agua helada insufrible.

En ocasiones es bueno beber de las aguas del Leteo, probar el nepente y olvidar los malos recuerdos.

Me alegra leerte también en este espacio.

Saludos, Fernando.

Este pasaje me ha gustado mucho: "roto de lágrimas se detuvo el tiempo y dejé atrás falsas esperanzas".

Un placer leerte.