Poema "La Rueda de la Fortuna", por Álvaro Llorens García

¡Saludos, cohortes "parnasilleros"!

    Espero me disculpéis por esta temporada de ausencia pero a la falta de inspiración se ha sumado la desidia. No obstante, he vuelto y, últimamente, siento resurgir la creatividad como la más brillante de las luces.

    Este poema que comparto hoy nace de un retal que he encontrado hoy entre mis apuntes y de la figura que, entiendo, representa la libertad en unas alas que se desplegan, lo cual me ha parecido los suficientemente expresivo para con mi situación actual y para intentar desarrollarlo, así que seguidamente os muestro el resultado.

    A parte de lo anterior, siento no haber seguido vuestras creaciones, pero hoy quiero dedicarme  a bañarme en vuestras siempre ilusionantes aportaciones.

    Espero disfrutéis la lectura, abrazos.

"La Rueda de la Fortuna"

¡Garante de mis fuerzas,
despliega mis alas
y que cubran cada frontera
de la henchida herida de la naturaleza!

Estamos resguardados, ¡Oh, Fantástico!

Por el rayo, por el tridente
y por las almas descarnadas,
conjuro a Hécate:
a los cuatro vientos y a las mareas,
y convoco al hombre que sed aplaca,
al áquila que domina el cielo,
al león que calienta
y al toro que en la Tierra reina.

¡Salve, oh descanso del peregrino,
que del camino se aparta
y bebe el agua que renueva su alma!

Versos libres para profetas presos,
cazados por el infortunio
de las fronteras que nos separan.

¡Soy El Loco! Y busco al Mundo,
por lo que infundo en mis entrañas
aquello que de otros y otras me separa:
por mi manos, es mi cordura.
Locos sean los indolentes y,
así, la simiente de mi plegaria
a las alturas llegue.

¡Oh Arcana!

¡Oh, Selene, Diosa de la Luna,
Tú que riges el cielo nocturno
y el tiempo, ruego cumplas mi anhelo!
Trae a mi amante por raudos caminos,
bajo el rayo de tu consorte y el baño de tu seno.
Y, dame voz, para ayudar y deslumbrar;
que mi flaqueza ni el sopor
envilezcan de maleza
mi camino y voz