26 de enero (dedicada a mi abuelo)

Eterna pesadilla del 26 de enero.
Tan solo era un mal sueño, aún seguimos despiertos.

Levántate del suelo, recoge tu bastón
con envergadura y a comerte el mundo entero.

Muéstramelo todo sin decir palabras.
Quiero ver el mundo desde tu mirada.
Soy un pequeño gigante subido en tu espalda.

Baja una escalera que pase montañas.
Espérame ahí arriba un rato, no te vayas.
Regálame todo tu tiempo pa' que no me sepa a nada.

En sonrisas radiantes desprendes tres raíces,
surgiendo seis flores zarpando en tu regazo.

Nunca hubo calma en nuestra tempestad. Eras la paz perfecta, nuestro mayor regalo.

Muéstramelo todo sin decir palabras.
Quiero ver el mundo desde tu mirada.
Soy un pequeño gigante subido en tu espalda.

Baja una escalera que pase montañas.
Espérame ahí arriba un rato, no te vayas.
Regálame todo tu tiempo pa' que no me sepa a nada.

Quiero volver a oler a café
por las mañanas.
El reloj de bolsillo ya no funcionaba.
Vuelven a sonar de nuevo las campanadas.
Estoy un poco más perdido. No entiendo nada.

Muéstramelo todo sin decir palabras.
Quiero ver el mundo desde tu mirada.
Soy un pequeño gigante subido en tu espalda.

Baja una escalera que pase montañas.
Espérame ahí arriba un rato, no te vayas.
Regálame todo tu tiempo pa' que no me sepa a nada.

Emotivo homenaje con carácter elegíaco. Me recuerda más a una canción que a un poema. Supongo que ésa era tu intención.

Saludos, Chenx, y bienvenido.

El poema conmueve, desde la voz de un niño. Creo que todavía es susceptible de trabajar para acercarlo a la voz poética. Por ejemplo el nombre del poema, más que una pesadilla, corresponde a un sentido duelo.