Salomé.

Me gustó el poema, logras crear un ambiente inquietante que va "in crescendo". Una buena y original aproximación a la historia de Salomé. Saludos.

Gracias Ramón, me impresionó tanto la obra de Óscar Wilde que siempre quise dedicarle algo.
Así que me alegro que no haya quedado tan mal.

¡Qué bueno Hotaru! La historia de Salomé es muy potente, muy violenta, como tu poema, con un ritmo que envuelve y va a más, como dice Ramón, y lleva a imaginar la música, como si la historia se condensara y todo ocurriera simultáneamente en el momento del baile.
Me hago un poco de lío con el uso de la segunda persona, al principio parece que te refieres a Salomé: "te entregas", luego al tirano: "traga la ponzoña del juramento", y al final al Bautista. Esto último me parece muy interesante: que pongas la atención en cómo se ve la escena desde su punto de vista: "te ves desprendido del cuerpo, roto".
Me ha encantado. ¡Saludos!

Salomé idolatrada como súcubo, cuidado que puedes caer en la perversión de la idea creando un bucle que se alimente de tu esencia. Debes hacer un canto a la luz y al esclarecimiento en perspectiva ascendente no descendente.

Salomé despechada, fue rechazada por el mensajero de la palabra, perdió por él la cabeza y proyectó invertir su condena decapitando a Juan el que bautizaba.
Representaban la luz pura y la oscuridad más bella, no pudiendo reconciliarse en esa vida sellando su amor en una postrera.
Saludos hotarubi sigue por esa senda.

Beatriz, gracias por tu comentario y atención. La esencia era esa, quería que pareciese en movimiento, como el baile. Quería darle ese aire teatral y oscuro, me gusta mucho la literatura gótica.
Así que muchísimas gracias por tu generosa apreciación.

Romanovski, la luz necesita de la oscuridad, el yin al yang, el héroe al villano...sin uno, el otro no sería.
Así todo en la vida.
Un saludo.

Así es el amor.
Dulce, caprichoso, placentero, voluble, posesivo, doloroso, tierno... un suma de contradicciones.
Tan esquivo, seductor y entregado a la vez.