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Sergio D'BairesPoeta Destacado
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Fecha de inscripción : 09/02/2023
La seca
Mar Mar 14, 2023 11:33 am
La seca se ha asentado; como un Van Gogh invisible; que tiñe de amarillo al verde escaso.
A lo lejos el polvo sigue al polvo; que va rumbo al pueblo por caminos de tierra; que la brisa convierte en chimeneas.
Bajo el alero del rancho las manos, el Pololo es zurdo, sostienen dos "Iguanas" que condensan, a la escasa humedad de la canícula, en gotas que surfean por las latas que enfrían nuestras palmas y el garguero..
La Ñata...
El cáncer...
El buitre de Unamuno la devoró lenta y a conciencia, de rosada la pintó de gris, de exhuberante la hizo austera; pero no pudo robarle la sonrisa ... y el amor.
-Vamos a verla Cero-. El hijito que se fue con la gripe aviar del 2008 me llamaba cero; Sergio.
-Vamos cero... sabés como te quiere-. insiste
Era.. era una sombra con el aura de siempre.
-Hola Cero; no me mires así. Ya lo sé-.
-Es que-..susurro; mientras sus ojos hondos me acarician. Me agradecen la pena.
-Lolo; no llores amor ¿... qué pasa? ¿Sigue la seca?-
-Sí; la seca; Ñata; es ¡La seca!
El algoritmo emocional con el que ambos igualaban angustias a mentiras.
-Ya sé lolo, yo sé; pero no te aflijas; no hay mal que dure cien años; ni cuerpo que lo soporte; para cuando llueva saldré de esta; volveré con la lluvia, ahora abrazame.
A la noche murió.
Y acá estamos los dos tratando de tragar el aliento...empujándolo con la cerveza que se calienta en los puños.
Nos despabila el trueno; la tormenta ha salido de la nada y el horizonte se abalanza.
La tierra alza las manos y se entrega
La alfaguara vertical ahoga la tierra
-¡La Ñata Cero! ¡Es la Ñata...!
La gota inmensa calma la sed de sus callos mientras le ahoga la palma.
El Pololo sale al patio de tierra; a abrazar la lluvia que se mezcla con sus lágrimas mientras alza los brazos gritando.
-¡Es la Ñata Cero, es la Ñata... Cero!
Me levanto observándolo bailar, girar como un derviche; irse como un polichinela colgado de los refucilos; que iluminan la pena que agita sus brazos.
Al rato; mientras el Pololo corre hacia ningún lado me saco la camisa y salgo gritar bajo el diluvio; para que la Ñata me abrace como nunca.
A lo lejos el polvo sigue al polvo; que va rumbo al pueblo por caminos de tierra; que la brisa convierte en chimeneas.
Bajo el alero del rancho las manos, el Pololo es zurdo, sostienen dos "Iguanas" que condensan, a la escasa humedad de la canícula, en gotas que surfean por las latas que enfrían nuestras palmas y el garguero..
La Ñata...
El cáncer...
El buitre de Unamuno la devoró lenta y a conciencia, de rosada la pintó de gris, de exhuberante la hizo austera; pero no pudo robarle la sonrisa ... y el amor.
-Vamos a verla Cero-. El hijito que se fue con la gripe aviar del 2008 me llamaba cero; Sergio.
-Vamos cero... sabés como te quiere-. insiste
Era.. era una sombra con el aura de siempre.
-Hola Cero; no me mires así. Ya lo sé-.
-Es que-..susurro; mientras sus ojos hondos me acarician. Me agradecen la pena.
-Lolo; no llores amor ¿... qué pasa? ¿Sigue la seca?-
-Sí; la seca; Ñata; es ¡La seca!
El algoritmo emocional con el que ambos igualaban angustias a mentiras.
-Ya sé lolo, yo sé; pero no te aflijas; no hay mal que dure cien años; ni cuerpo que lo soporte; para cuando llueva saldré de esta; volveré con la lluvia, ahora abrazame.
A la noche murió.
Y acá estamos los dos tratando de tragar el aliento...empujándolo con la cerveza que se calienta en los puños.
Nos despabila el trueno; la tormenta ha salido de la nada y el horizonte se abalanza.
La tierra alza las manos y se entrega
La alfaguara vertical ahoga la tierra
-¡La Ñata Cero! ¡Es la Ñata...!
La gota inmensa calma la sed de sus callos mientras le ahoga la palma.
El Pololo sale al patio de tierra; a abrazar la lluvia que se mezcla con sus lágrimas mientras alza los brazos gritando.
-¡Es la Ñata Cero, es la Ñata... Cero!
Me levanto observándolo bailar, girar como un derviche; irse como un polichinela colgado de los refucilos; que iluminan la pena que agita sus brazos.
Al rato; mientras el Pololo corre hacia ningún lado me saco la camisa y salgo gritar bajo el diluvio; para que la Ñata me abrace como nunca.
A Luciana Rubio le gusta esta publicaciòn
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