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El cuyi
Mar Dic 03, 2024 12:23 pm
cuántos 14 15 16 ???
enero
el viejo tren a Bariloche
asientos de madera
de "segunda" duros y baratos
para espaldas jóvenes
mi primo el "cuyi"
de mi segunda mamá, que fue siempre la primera
carpintero como PP
Luthier que se ataba las orejas con una corbata
antes de salir
con la esperanza que las pantallas se le pegaran al cráneo
concertista de las cinco y el traste
y el vagón lleno; de "hipies"
en un silencio de catedral
al ritmo del quetrén quetrén
del acero girando en el acero
del círculo infinito hecho una linea
donde retumbaba la misa del vagón.
El "poeta" vírgen
convertía el tiempo en corcheas
y el "cuyi" el engaño en música de Dios.
Los dos íbamos de ¿vacaciones?a ¿curarnos? a lo del chiche
en un elevador de granos en un páramo más allá de Bahía Blanca.
Su fama ferroviaria nos atiborró de comida y "sanguches" caseros;
miradas sensuales que no entendía;
y los aplauso gratis de un público viajante
hacia aquel bariloche ferroviario.
En asientos de madera
y vagones baratos de "segunda" llenos de vida cara.
enero
el viejo tren a Bariloche
asientos de madera
de "segunda" duros y baratos
para espaldas jóvenes
mi primo el "cuyi"
de mi segunda mamá, que fue siempre la primera
carpintero como PP
Luthier que se ataba las orejas con una corbata
antes de salir
con la esperanza que las pantallas se le pegaran al cráneo
concertista de las cinco y el traste
y el vagón lleno; de "hipies"
en un silencio de catedral
al ritmo del quetrén quetrén
del acero girando en el acero
del círculo infinito hecho una linea
donde retumbaba la misa del vagón.
El "poeta" vírgen
convertía el tiempo en corcheas
y el "cuyi" el engaño en música de Dios.
Los dos íbamos de ¿vacaciones?a ¿curarnos? a lo del chiche
en un elevador de granos en un páramo más allá de Bahía Blanca.
Su fama ferroviaria nos atiborró de comida y "sanguches" caseros;
miradas sensuales que no entendía;
y los aplauso gratis de un público viajante
hacia aquel bariloche ferroviario.
En asientos de madera
y vagones baratos de "segunda" llenos de vida cara.
A MIGUELPOE y a Ramon Romero III les gusta esta publicaciòn
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