Paternidad

Trasciendo en ti. La eternidad se me propone en tu augurio. Me encuentro repetido en cada una de tus cosas. Los próximos amaneceres devendrán tuyos, sí, pero yo estaré siempre al resguardo. Amoroso y perpetuo. Aupándote. Dejándote ir al encuentro de tu sino, a tu propia búsqueda. A tu propia inmortalidad.

No está mal, aunque hay algunos términos que no me encajan bien en el contexto de esa espiritualidad: "cosas" y "aupándote". Me parecen demasiado, cómo decirlo, pedestres o indefinidos.

Gracias por compartir, Genaro.

Estimado Oscar. Te agradezco mucho tu observación. Es muy reveladora y coincido contigo. Con las "cosas" quería convocar todo aquello que constituye el mundo significativo de mi hija de forma coloquial, pero tienes razón al señalar que rompe con el tono metafísico que puede leerse en las primeras líneas. Es un excelente consejo. "Aupándote" me produce sentimientos mixtos. Si bien es cierto que tu observación respecto al tono silvestre de esta palabra es acertada, al escribir pensaba que la trascendencia se gesta en los hechos y los actos, que son a su vez la zapata de la memoria. Levantar a mi hija en brazos es un acto simple y de este mundo pero de puro amor y que si se graba en sus recuerdos como se grabó en los míos cuando mis padres lo hicieron conmigo, mantedrá mi presencia en su vida de la manera más hermosa que se me pueda ocurrir. Eso, desde mi humilde perspectiva, lo convierte en acto profundamente espiritual. De nuevo quiero agradecerte tu honestidad. La aprecio enormemente y la recibo con mucha humildad. Es sólo mediante este tipo de dialógo (y con mucho empeño) que podemos crecer como escritores. Tus pensamientos sobre lo que escribo siempre serán bienvenidos. Un abrazo.

Tal y como lo explicas, imbricándolo en ese contexto, el verbo aupar tiene todo el sentido del mundo (te diré que soy bilbaíno, y aquí, como sabrás, es una expresión muy popular, más que nada porque se la relaciona ineluctablemente con el Athletic y su grito de ánimo).

Me alegro de que aceptes de tan buen grado mis críticas y observaciones. Aunque es algo que debería estar más que asumido en un foro de poesía, por desgracia no siempre es así.

Saludos, Genaro.

Pues yo soy puertorriqueño y en nuestro dialecto del castellano no es común la palabra, aunque si el acto. De nuevo quiero agradecer el tiempo que te tomas para comentar sobre lo que escribo. Toda observación es bien recibida. Me honras.