Niñez

Como el más desesperado viajero se aferra,
a las partituras del concierto fluvial,
me aferré yo a ella,
queriendo y no entendiendo su mal.

Y en la continuidad del tiempo acompaña,
en su defecto, mil recuerdos
y amargos tragos de melancolía
y la vida se vuelve tacaña.

Me creo niño, de años a mi vera,
hoy te lloro mi niñez con elegancia,
te creí eterna,
y te desvaneciste cual fragancia.

Me dueles hasta el sinsentido,
te forjé a mi alma, protectora,
y en mi último aliento moradora
oh! Niñez, me dejas a mi memoria resentido.

En tu caso, la niñez no suena como un lejano eco. Obviamente, no es un poema perfecto, pero estás en edad de ir puliendo tu estilo.

Te recomendaría, por ejemplo, buscar comparaciones más originales que "te creí eterna, y te desvaneciste cual fragancia". Igual es muy osado pensar en algo nunca antes dicho, pero ya me entiendes.

También evitaría el uso de adjetivos que, al menos en determinados contextos, tienen unas connotaciones demasiado pedestres: "y la vida se vuelve tacaña".

Rima al margen (y mejorando la puntuación), los versos iniciales me parecen los más logrados. En ese símil sí veo originalidad.

Saludos, Fran.

Óscar Bartolomé Poy escribió:En tu caso, la niñez no suena como un lejano eco. Obviamente, no es un poema perfecto, pero estás en edad de ir puliendo tu estilo.

Te recomendaría, por ejemplo, buscar comparaciones más originales que "te creí eterna, y te desvaneciste cual fragancia". Igual es muy osado pensar en algo nunca antes dicho, pero ya me entiendes.

También evitaría el uso de adjetivos que, al menos en determinados contextos, tienen unas connotaciones demasiado pedestres: "y la vida se vuelve tacaña".

Rima al margen (y mejorando la puntuación), los versos iniciales me parecen los más logrados. En ese símil sí veo originalidad.

Saludos, Fran.

Buenas Óscar, cierto es que aún me queda mucho por aprender y que debo mejorar la presentación de mis escritos. A su vez, también es cierto que peco de el uso excesivo de adjetivos.
Por no hablar de que con lo de la edad me has pillado totalmente. Seguiré practicando.

Saludos maestro.

Una invocación a esa niñez que nunca nos abandona. Ha sido un placer la lectura. Saludos cordiales.