DE PUERTAS A DENTRO

El mundo,
tan lleno de cosas,
tan sujeto al tiempo,
ya no es suficiente.
Las flores, los campos, el agua, el viento,
la contemplación ya no es suficiente.
De puertas adentro
en los intramuros de mi memoria
se nubla mi cerebro.
Una fina lluvia de sangre
emponzoña mis versos.
Es la desmemoria o será el sueño.
Escucho el ronco lamer del olvido
entre los inestables dones de la alegría.
Morir lentamente de supervivencia.
De puertas adentro,
dos vidas una persona
En voz baja puedo con el silencio.
Quien soy, si soy, qué fui.
De puertas adentro uno es uno,
perdido e íntimo.