Planeta-cementerio

No hay ni velas ni campanas
en este gris cementerio.
No hay flores solo mortajas,
aquí solo reina el silencio.

Ya nunca vienen amantes,
meciéndose en el cortejo.
Que solo vienen lloronas,
que sin levantarse el velo,
recitan sus maldiciones
y se largan en silencio.

Hace poco que trageron
a un niño que lloraba fuego
desde el fondo de su tumba
y fuero a labrar los perros
para que no se escuchara
con los ruidos su lamento.

En este gris cementerio
alguien duerme por las calles
y va buscando su suerte
entre la mierda del suelo.
Este cementerio es el mundo
que suerte el estar ya muerto.

M.D.T.

Un poema que hace pensar en la falsedad de cuantos acuden a los duelos a los solos efectos de cumplir y de inmediato, irse de copas. Un mundo gris y a veces lleno de podredumbre en los que muchos de sus habitantes, desearía estar muerto para habitar lugares santos de más recogimiento, más sosiego más limpios y puros.
Enhorabuena, me impresionó la profundidad de tus versos.

Palabras muy bellas y lúcidas tras la visita a un cementerio, visita que desgraciadamente todos estamos obligados a hacer para recordar a familiares o amigos que ya no están.
Besos,
Marina.

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