Ideas casi vacías

En aquel pasado, que fue mío, yo solía,
pensar en el tiempo, que fue nuestro,
y que junto a ti se me escapaba de las manos.
Y aún recuerdo,
que pasar contigo aquel verano era todo lo que quería,
y una vez en nuestra playa, yo acostumbraba,
a observar cada palmo de tu cuerpo,
pensando sobre la arena cuanto tardaría,
en encontrarle algún defecto,
pero acababa resignado, porque no lo conseguía.
Entonces acariciaba, con uno de mis dedos, tu cadera,
y esperábamos tumbados,
a que las lluvias de agosto nos hicieran compañía.

Ahora estoy en un presente muy distinto,
Olfateando, receloso y a escondidas,
la chaqueta de una mujer, que en nada se parece a ti,
pero que tiene por perfume cien abriles,
y sólo con respirarla me cautiva.

Pero ella no eres tú.
Y pienso, ¿por qué no serías tu quién lo tenía?
¿acaso es que no eras tú perfecta?

Y también en este presente en el que vivo,
no puedo escaparme del lugar donde ella mira,
pues también siendo castaña su mirada,
en nada se parece a la tuya,
pues es mucho más profunda y atrevida.

Pero ella no eres tú.
Y me invade la duda, de por qué no serías tu quién la tenía,
si nada había que pudiera ser objeto de tu envidia.

Y es entonces, cuando me pregunto,
con honestidad temeraria,
resentido, confuso y con cierta acritud,
si será solo un producto idealizado lo que tengo en mi cabeza,
y en ese caso, ¿dónde has quedado tú?

Seguramente sí sea una idealización. Puede ocurrir que lo que nos atraiga de una persona en el presente resulte una proyección de la mujer o el hombre idolatrados en el pasado. Me gustó el poema, me ha parecido interesante y bien contado, aunque le falten recursos estilísticos propios de la poesía. Yo en "dónde has quedado tú", lo pondría entre interrogantes. Un saludo.

Muchas gracias por tu comentario, me alegro que te gustara. Gracias también por tus sugerencias, volviéndolo a leer pienso que tienes razón en los interrogantes. Un saludo.

Leyendo tu poema me ha venido a la cabeza un aforismo que justo hace un momento acababa de escuchar en el vídeo de despedida del divulgador científico Javier Santaolalla: "La única constante en la vida es el cambio".

Me siento muy identificado con tu decir poético. Quizá sea que yo también esté atravesando por una situación análoga. Cuánto cuesta dejar de mirar atrás, al pasado. Y sin embargo, parafraseando a Kierkegaard: "La vida sólo puede ser entendida mirando hacia atrás, pero tiene que ser vivida hacia delante".

Como también sugiere Ramón en su comentario, hay algo de 'Vértigo' de Hitchcock en tus versos.

Dicho esto, creo que el poema ganaría mucho si la puntuación fuera más correcta. Sea como fuere, tiene mucho mérito.

Saludos y enhorabuena.

Hola Óscar, muchas gracias. Me alegran tus palabras y que hayas podido sentirte identificado. Agradezco también tus referencias (sobre todo la de Javier Santaolalla, al que tengo gran admiración al dedicarme también a la ciencia) y sobre todo tus puntualizaciones, que intentaré ir corrigiendo. Un saludo.