Granada de mis sueños

Granada, tierra bonita,
si pienso en ti, me emociono,
y cada vez que regreso y vuelvo a pisar tu suelo
siento que, tú eres como el cielo
que de Dios, eres el trono
tú, Granada, augusta y bendita

Para mí, nada existía
sólo había un vacío en mí;
todo me era indiferente,
las tardes eran grises,
las noches eran frías;
en aquel mundo diferente,
que quizás lo tenía todo
pero yo nada percibía

Yo, era apática a lo que me rodeaba,
solo veía un cielo mudo
que entre nubes me acechaba,
porque yo, lejos de mi mundo,
de mi familia añorada,
sentía el frío de la ausencia,
frio que hasta mi alma helaba
como hiela el crudo invierno,
las fuentes de mi Granada

Yo, en sus calles deambulaba,
respirando ese aire ajeno;
¡Ay, no era mío, no era mío!
Y aturdida entre mil cosas,
sin saber cómo llamarlas
porque las creía sin nombre,
sin esencia, ni sentido;
entonces, sin alegría y sin consuelo,
se fue acomodando la desidia
en mi pobre ser vacío!

en mi exiguo ser,
solo moraba el dolor de la distancia
y de la nostalgia infinita,
que mis ojos reflejaban;
mis ojos que solo tenían brillo
por las lágrimas que brotaban,
de ese manantial inagotable
que es la médula de mi alma;
porque yo, era un triste gusano
yo, era nada…

Pero de tanto sufrimiento
también fui haciéndome más fuerte,
y, al llegar la primavera con la salida del sol,
cada mañana sentía
que su luz era mi luz y mío era su calor
y emulando al ave Fénix,
cada día resurgía
de tanta soledad y añoranzas
que me hicieron resiliente

Granada, tierra bonita,
si pienso en ti, me emociono
y cada vez que regreso y vuelvo a pisar tu suelo
siento que, tú eres como el cielo
y que de Dios, eres el trono
tú, Granada, augusta y bendita

Blancura del Albaicín y del Sacromonte, la Zambra,
callejuelas flamencas llenas de encanto
empinadas y sinuosas,
un día me envolvieron en su embrujo, se hizo pequeño mi quebranto;
y dejando atrás la crisálida me transformé en mariposa
y me fui volando a La Alhambra,
con mis alas coloridas decididas y armoniosas

La Alhambra, el castillo rojo, fortín alcázar y medina
palacio residencial de sultanes nazaríes,
con patios y laberintos, huertas, fuentes y jardines
con sus palacios y torres, sus columnas y salones
y una muralla rojiza que va rodeando la colina;
en tanto me iba contando siglos y siglos de historia
grabados en la memoria
del grandioso monumento y sus vetustos rincones

La Alhambra maravillosa y cautivadora,
cada mañana sonríe y da los buenos días al alba;
la que cada noche abraza y bosteza con el sol poniente,
con orgullo y con grandeza ella se yergue imponente,
en la dehesa de sultanes, entre bosques y pinares a mansalva;
encaramada en la colina, en lo alto de esa tierra mora,
con su entramado urbano, sus palacios y la alcazaba;
es La Alhambra de ayer y hoy, y, por siglos de los siglos
emblema de mi Granada

Esos paseos de domingos con bellos atardeceres,
desde ese punto perfecto El mirador de San Nicolás,
ver la más bella puesta de sol es uno de mis placeres
do se aprecia la blancura al fondo, sierra nevada,
que es la guardiana perenne de la espléndida ciudad;
de la ciudad de mis sueños que, no es otra, que Granada,
la que me acogió en sus brazos y me arropó con su manto,
Granada, Granada mora, esa tierra que amo tanto

Granada, tierra bonita,
si pienso en ti, me emociono
y cada vez que regreso y vuelvo a pisar tu suelo,
siento que, tú eres como el cielo,
que de Dios, eres el trono
tú, Granada, augusta y bendita

Granada - España, 26 de nov. 2003

Hola, Rosetta.

He tenido que mover tu poema a Poesía, ya que en Poema de la semana no está permitido que publiquen los usuarios.

Saludos.

Aún estoy perdida. Estaba leyendo el tema de la semana y vi "Publicar nuevo tema" y publique el mío ahí. No conozco todavía el teje-maneje de esto. Lo siento.