- CangrejomoroMirmidónVeterano del foro
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Fecha de inscripción : 01/12/2021
¿Quién soy?
Miér Dic 01, 2021 9:04 am
Con la venia, voy a estrenarme en el foro con un poema que ganó el certamen de poesía Enguera 2020, espero que os agrade.
¿QUIÉN SOY?
Soy un barco que ya encontró su rumbo
Después de veinticinco mareas a la deriva.
Soy la niña que se ríe del coco.
Soy la luz del sol que traspasa sin lastimar
los párpados cerrados de un corazón.
Soy la voz que susurra a gritos a los tímpanos de hielo.
Soy el pájaro que huye
cuando le ofrecen cobijo en lujosas jaulas.
Soy la música que nadie comprende,
solo unos pocos metrónomos privilegiados.
Soy la noche en que descubriste que a tu padre
le quedaba pequeño el disfraz de Melchor,
y te echaste a reír.
Soy el secreto de los pozos sin fondo,
aparentemente vacíos.
Soy el río bajo la central nuclear,
que milagrosamente conserva su fauna.
Soy el juguete divertido de los orcos.
Soy la cebada de un cultivo escolar.
Soy la hermana mayor de la disputa.
Soy el hermano pequeño de Farruquito.
Soy la copa del cotillón que no debiste beber.
Soy el mítico perro que confunden con rata.
Fui el libro escrito en sánscrito que pocos pudieron traducir.
Fui el número periódico que Tartaglia no pudo pronunciar.
Fui la muñeca que, cubierta de mugre,
aún espera a su dueña.
Fui la escotilla del C4 que selló la vida de sus 44 tripulantes.
Fui la corbata que estranguló las mentiras de Javier Arenas el 11m.
Fui la constelación repudiada de Ofiuco,
presa del abrazo de una serpiente.
Fui la mancha delatora en el ojo de Madeleine.
Fui la perdición de Gunther:
un trozo de plastilina color carne jugosa.
Fui la mecha que prendió fuego al piso 17 del edificio Windsor.
Fui la maleta que se extravió
en el viaje de vuelta de Wendy desde Nunca Jamás.
Fui el lienzo oscuro y abstracto que nadie consiguió interpretar.
Fui el traficante de la ira.
Fui el obolo que, bajo la lengua de Eurídice,
cruzó el Aqueronte.
Fui la seta del camino, mil veces aplastada.
Fui el boceto del infierno.
Pude haber sido gaviota que picoteó el mosquete
de Hernán Cortés para defender mi prole.
Pude haber sido ruiseñor que dejó de migrar
temiendo ver niños devorados por buitres.
Pude haber sido viento para ocultarme en poniente
jugando al escondite con la Osa Menor.
Pude haber sido luna que coloca una sonrisa burlona
al gato de Cheshire.
Pude haber sido ola, y planear arrasar la isla palmera de Dubai.
Pude haber sido tierra que se ablanda
con los charcos ensangrentados de Auschwitz.
Pude haber sido corazón que cobija sumiso
a miles de filarias hambrientas.
Pude haber sido árbol y asistir impasible a mi propia cremación.
Pude haber sido canción para acompañar
al corazón de Chopin en Varsovia.
Pude haber sido hierba y ser arrancada una y mil veces,
por ser mala, por ser fuerte.
Pude haber sido pensamiento y colocarme el último
en la cola hacia el corredor de la muerte.
Pude haber sido palabra, encadenada por la censura.
Pude haber sido poema, y quedar abandonado
entre las páginas de un diccionario,
sin rima, sin fin, sin autor.
Pero por ti, por tu mirada, por tu beso,
por un leve roce de tus labios,
por un solo latido robado de tu corazón,
no me rendiré, no renunciaré a ser;
Seré lo que tú quieras que sea.
Soy un barco que ya encontró su rumbo
Después de veinticinco mareas a la deriva.
Soy la niña que se ríe del coco.
Soy la luz del sol que traspasa sin lastimar
los párpados cerrados de un corazón.
Soy la voz que susurra a gritos a los tímpanos de hielo.
Soy el pájaro que huye
cuando le ofrecen cobijo en lujosas jaulas.
Soy la música que nadie comprende,
solo unos pocos metrónomos privilegiados.
Soy la noche en que descubriste que a tu padre
le quedaba pequeño el disfraz de Melchor,
y te echaste a reír.
Soy el secreto de los pozos sin fondo,
aparentemente vacíos.
Soy el río bajo la central nuclear,
que milagrosamente conserva su fauna.
Soy el juguete divertido de los orcos.
Soy la cebada de un cultivo escolar.
Soy la hermana mayor de la disputa.
Soy el hermano pequeño de Farruquito.
Soy la copa del cotillón que no debiste beber.
Soy el mítico perro que confunden con rata.
Fui el libro escrito en sánscrito que pocos pudieron traducir.
Fui el número periódico que Tartaglia no pudo pronunciar.
Fui la muñeca que, cubierta de mugre,
aún espera a su dueña.
Fui la escotilla del C4 que selló la vida de sus 44 tripulantes.
Fui la corbata que estranguló las mentiras de Javier Arenas el 11m.
Fui la constelación repudiada de Ofiuco,
presa del abrazo de una serpiente.
Fui la mancha delatora en el ojo de Madeleine.
Fui la perdición de Gunther:
un trozo de plastilina color carne jugosa.
Fui la mecha que prendió fuego al piso 17 del edificio Windsor.
Fui la maleta que se extravió
en el viaje de vuelta de Wendy desde Nunca Jamás.
Fui el lienzo oscuro y abstracto que nadie consiguió interpretar.
Fui el traficante de la ira.
Fui el obolo que, bajo la lengua de Eurídice,
cruzó el Aqueronte.
Fui la seta del camino, mil veces aplastada.
Fui el boceto del infierno.
Pude haber sido gaviota que picoteó el mosquete
de Hernán Cortés para defender mi prole.
Pude haber sido ruiseñor que dejó de migrar
temiendo ver niños devorados por buitres.
Pude haber sido viento para ocultarme en poniente
jugando al escondite con la Osa Menor.
Pude haber sido luna que coloca una sonrisa burlona
al gato de Cheshire.
Pude haber sido ola, y planear arrasar la isla palmera de Dubai.
Pude haber sido tierra que se ablanda
con los charcos ensangrentados de Auschwitz.
Pude haber sido corazón que cobija sumiso
a miles de filarias hambrientas.
Pude haber sido árbol y asistir impasible a mi propia cremación.
Pude haber sido canción para acompañar
al corazón de Chopin en Varsovia.
Pude haber sido hierba y ser arrancada una y mil veces,
por ser mala, por ser fuerte.
Pude haber sido pensamiento y colocarme el último
en la cola hacia el corredor de la muerte.
Pude haber sido palabra, encadenada por la censura.
Pude haber sido poema, y quedar abandonado
entre las páginas de un diccionario,
sin rima, sin fin, sin autor.
Pero por ti, por tu mirada, por tu beso,
por un leve roce de tus labios,
por un solo latido robado de tu corazón,
no me rendiré, no renunciaré a ser;
Seré lo que tú quieras que sea.
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