KINTSUGI

Ten cuidado al mover ese jarrón.
Si lo mueves hazlo con la delicadeza con la que
salva un padre a un hijo, su futuro.

O rómpelo, lo que quieras;
total, ya presenta evidencias de haber
sido reparado sus grietas con oro.

Y no por su artista, alguien consiguió advertir
su belleza entre el polvo de los proyectos abortados del autor.

Desprendiese el magnetismo de que incluso fuese capaz
de haberse reparado él sólo;
si no fuese un jarrón, te lo creerías.

¡Creo que eres nueva! ¡Bienvenida!

Si bien soy reacio con la poesía que contiene narratividad, me parece verdaderamente interesante lo que has escrito.
Podría ser, a mi parecer, un microrrelato espléndido.

¡Saludos desde la misma ciudad valenciana!

Sí, soy nueva. ¡Muchas gracias!
La verdad no tenía muy claro si mi poesía iba a gustar, no busco utilizar tecnicismos aposta, simplemente me sale de dentro.
Así que agradezco la acogida y la bienvenida.
Saludos desde la misma ciudad que la tuya .

Aquí cualquier poesía es agradecida.

¡Feliz sábado!

He leído los poemas que has publicado hoy y me quedo con este. El tema que has elegido me gusta mucho, el kintsugi. La belleza en las cicatrices.
Un saludo y bienvenida

Muchas gracias, me encanta que te haya gustado.
Suelo escribir mucho sobre este tema, la belleza entre el dolor y las cicatrices.
Buen día!

Entonces eres de las mías, esa belleza imperfecta característica del arte japonés. Soy una enamorada de ello. Así que me gustará leerte.

Reflexiones que llegan.
Me ha gustado mucho.
Un saludo.

El poema es original y creativo, aunque creo observar algunos problemas de sintaxis que habría que corregir. La palabra "solo" no lleva tilde. Un saludo cordial.

Los problemas de sintaxis a los que alude Ramón están, por ejemplo, en este verso:

"Desprendiese el magnetismo de que incluso fuese capaz"

Es por ello que su lectura se me hace trompicada, aun cuando el título y lo que significa anuncie un propuesta sugerente.

Saludos, Elena.