TU ROCE

Ese ligero roce
con el que tatuaste
en mi mano
el calor de tu piel,
de fina seda,
por así decir,
y de tu intención,
ha sido presente
en mi pensar,
y anima una sed creciente,
como una riada,
que quiero navegar.
Y te busco,
por más que sé,
que del todo,
no lleno tus sueños.
Pero es que me has regalado
el apetito de sentir,
ahora insomne,
que me dispone a ser,
bailable y ágil,
en este vals,
que ya conozco.

El poema empieza bien, muy bien, pero, a mi entender, se va deshinchando, sobre todo por las numerosas asonancias: "presente/creciente", "pensar/navegar". Tampoco ayuda mucho la puntuación.

Saludos.

Ese ligero roce
con el que tatuaste
en mi mano
el calor de tu piel.

Este inició me gustó mucho, es sensibilidad pura, para el resto mi opinión es parecida a la de Óscar, así que no la voy a repetir. Saludos.