Miel, romero y un clavel

Mi mundo ahora es de miel y poesía
con aromas blancos a romeros,
con espinas difusas de gelatina
y ensueños de los días de verano.

Y ahora lloro, sí, vaciándome de excesos,
replicándome sobre mi sombra
desde serenatas y sones inconexos.
Pero recuérdame, por favor, y desescombra
la debacle invisible de aquellos cuerpos.

Empalágame de tus dulces besos.
No quiero sangre ni muerte ahora.
No quiero vinos ni que se tiñan las rosas.
Quiero claveles rojos y albos
y un enjambre de sueños encarnados
y una nube de algodón armado
de hormigas grandes que tapen cardos.

Mis paseos sobre troncos almibarados.

Un poema sensible y dulce. Para mí gusto hay demasiadas asonancias, especialmente en la última estrofa. Un saludo y bienvenida.

Tiene razón Ramón con respecto a lo que te comenta de las asonancias:

"y un enjambre de sueños encarnados
y una nube de algodón armado
de hormigas grandes que tapen cardos.

Mis paseos sobre troncos almibarados."

Todos estos versos crean un sonido cacofónico.

Dicho esto, y sabiendo que eres una poeta novel, no está tan mal. Se aprecia un buen manejo del lenguaje y algunas metáforas interesantes, así como una búsqueda de contrastes en expresiones antitéticas como "espinas difusas de gelatina".

Creo que tienes madera para la poesía, pero como todo arte, hay que perfeccionarlo.

Saludos y gracias por compartir, Ana.

Más allá de lo que ya te han comentado, me ha parecido que está bien, y quería destacar la frase "No quiero sangre ni muerte ahora", pues sin ser la más poética, me ha parecido muy sincera y con fuerza.

Os agradezco mucho vuestras apreciaciones y me encanta estar en una web en la que puedes aprender.
Espero mejorar... ¡Y mucho! Jajajaj