Decálogo para melancólicos

Decálogo para melancólicos

Bajo ningún concepto vuelvas a los parques de la infancia;
Cualquier sendero extraviado es mejor que recorrer
las sendas perdidas de los juegos, los rincones que nos deslumbraron
bajo la luz de los cipreses y los columpios de la iniciación.

Tampoco debieras evocar los rostros de seres pasados,
y ni siquiera sirve para ahogar la angustia
enterrar en los cajones más profundos retratos y fotos
que tanto nos hieren, pues tiene la virtud de vulnerar
el tiempo y el espacio el gesto grabado en la memoria.

Rehúsa buscar, desesperado, cual agua del sediento,
el teléfono de aquel amigo que pudiera contigo
hacer balance amargo de los años,
pues sabe que solo lograrás por duplicado
revivir el tránsito hacia la desaparición.

Rehuye, como a rayo del diablo, el veneno del sueño
capaz de plasmar en cera fresca vestigios olvidados:
pozos, cauces, ríos, callejones que fueron llave un día
para caja del misterio, y que ahora solo inundan,
con sus negras aguas, alma sin dueño y sin rumbo.

Finalmente, yo te recomiendo, náufrago en tu mundo,
hallar consuelo en vino y versos, pues nunca defraudan
los embriagadores sorbos que gusto, memoria y tacto
van delicadamente alzando a las regiones
tejidas con las alas del olvido
y que logran aventar con dulce aliento
pensamientos siniestros, dolidas remembranzas .

"pozos, cauces, ríos, callejones que fueron llave un día"

Me ha gustado en especial este verso. Creo que haces un buen uso del asíndeton en este poema.

La última estrofa me parece la mejor.

Saludos, Pascual.