Estate quieta...

Siempre está restregando cebolleta
por cualquier socavón de mi persona;
tan con tal frenesí, que hasta erosiona
de tantísimo hurgar, mi carne prieta.

-"¿Quieres ver las estrellas, Enriqueta?
-dice asiendo el simplón su salva zona-,
pues desnuda tu piel de silicona,
girate hacia Plutón y estate quieta."

Yo primero blasfemo, luego acato,
y le ofrezco la flor de mi secreto
para que hunda en mis trancas su arrebato.

Pone en darme placer tanto entusiasmo
y tan poco me da, que por respeto
y por no discutir... finjo el orgasmo.

Un soneto cómico, mordaz y sicalíptico que podría remontarse a la tradición del mismísimo Quevedo.

Saludos y felicitaciones, Jorge.

El ingenio, la ironía y la vis cómica siempre están presentes en tu obra. Efectivamente este soneto tiene un tono quevediano muy logrado. Felicitaciones y un saludo.

Jorge Salvador escribió:Siempre está restregando cebolleta
por cualquier socavón de mi persona;
tan con tal frenesí, que hasta erosiona
de tantísimo hurgar, mi carne prieta.

-"¿Quieres ver las estrellas, Enriqueta?
-dice asiendo el simplón su salva zona-,
pues desnuda tu piel de silicona,
girate hacia Plutón y estate quieta."

Yo primero blasfemo, luego acato,
y le ofrezco la flor de mi secreto
para que hunda en mis trancas su arrebato.

Pone en darme placer tanto entusiasmo
y tan poco me da, que por respeto
y por no discutir... finjo el orgasmo.

¡Vaya tela, colega!
Me ha encantado, tu versión de Memorias de una Gheisa. Está claro que lo falso es lo que hoy se impone, Enriqueta lo sabe bien, aunque si sigue ahí será porque sabe donde se arrima.

Esperaremos a la siguiente entrega.

Salutes

Óscar Bartolomé Poy escribió:Un soneto cómico, mordaz y sicalíptico que podría remontarse a la tradición del mismísimo Quevedo.

Saludos y felicitaciones, Jorge.

Tuve que ir al diccionario, lo reconozco, no conocía el vocablo sicaliptico. Siempre aprendiendo, por supuesto, muchas gracias por tus palabras, Óscar

Ramón Carballal escribió:El ingenio, la ironía y la vis cómica siempre están presentes en tu obra. Efectivamente este soneto tiene un tono quevediano muy logrado. Felicitaciones y un saludo.

Gracias, Ramón. Aunque sea con distancias siderales, uno acaba por parecerse a aquellos a quienes admira. Don Francisco adornó mi adolescencia con sus impagables sonetos y yo, un buen día, decidí que, sin pretender llegarle ni a las suelas de los zapatos, podía intentar emularle. En ello persevero...
Un saludo

Callejero escribió:

Jorge Salvador escribió:Siempre está restregando cebolleta
por cualquier socavón de mi persona;
tan con tal frenesí, que hasta erosiona
de tantísimo hurgar, mi carne prieta.

-"¿Quieres ver las estrellas, Enriqueta?
-dice asiendo el simplón su salva zona-,
pues desnuda tu piel de silicona,
girate hacia Plutón y estate quieta."

Yo primero blasfemo, luego acato,
y le ofrezco la flor de mi secreto
para que hunda en mis trancas su arrebato.

Pone en darme placer tanto entusiasmo
y tan poco me da, que por respeto
y por no discutir... finjo el orgasmo.

¡Vaya tela, colega!
Me ha encantado, tu versión de Memorias de una Gheisa. Está claro que lo falso es lo que hoy se impone, Enriqueta lo sabe bien, aunque si sigue ahí será porque sabe donde se arrima.

Esperaremos a la siguiente entrega.

Salutes

Enriqueta es una mujer de hoy. Sabe que un buen marido no tiene por qué ser un buen amante. Para eso ya están los otros. Del marido se espera lo que se espera...
Salutes

para llegar al orgasmo:
le dices a tu Enriqueta
que disfrute con sarcasmo
al abrirte la bragueta.

Ingenio carnavalesco respira tu soneto, un abrazo