A la deriva

Navegando en mar de amores con Cupido a la deriva
me contó lo que sentía justo el día antes de irse:
“haz lo que nunca pude y dile que siempre la quise
y aunque no fui yo el motivo, brindé por su sonrisa.”

La brisa que recorre mis llorosas mejillas
cuando miro las estrellas sentado en esta orilla.
Alguna de ellas se apagó, pero a lo lejos aún brilla,
como quien se rompió y no se quedó de rodillas.

La brújula que marca el norte que perdí a tu vera,
como el caos que deja el desierto en un reloj de arena.
Ahora llevo el compás del canto de las sirenas
y que me llaméis loco por ello es mi bonita condena.

Aumenta la marea, obra de Poseidón.
Uso de razón, se masca la tragedia.
A sabiendas de que escribir me mata de dolor.
Fin de un corazón, cicatrices abiertas…

Orad por mí, no lloréis por mi ausencia.
Os pido perdón si no fui quien queríais que fuera.
La luz con la que iluminaba finalmente se apagó
y ahora que no soy yo, quedan prendidas mis velas.

Parece que has querido escribir un soneto, pero no has tenido en cuenta la métrica (la mayoría son versos de más de 14 sílabas, ni siquiera alejandrinos), y las estrofas tampoco se corresponden; son todo cuartetos.

No te preocupes. Son errores normales en alguien tan joven que se está iniciando en la poesía. Todos o casi todo empezamos buscando la rima y este tipo de composiciones clásicas.

Ahora bien, si de verdad quieres componer sonetos, debes ajustarte a su estructura. Yo no soy un experto en ello. En este foro hay gente que seguro que te podría enseñar mucho más que yo, como Pepe.

Por lo demás, con sus aciertos y errores, es un poema que denota amor por la poesía, amén de desprender un aroma mitológico que encaja bien con la estética de este foro.

Saludos y gracias por compartir, Pablo.