a costa... de toda costa

A COSTA DE TODA COSTA/Por Oscar Bazzardi

De tus varios nombres y motes, de los cuales con jamás o con siempre…llevas contigo
Sé que, en cualquier hora perdida o desconocida, te vendrás conmigo.
Porque estoy aquí, donde vivo, donde respiro el viento que me trae tu fragancia y tú secreto.
Aquí con la piel de cumplir deberes impuestos o deseados, completamente incompleto.
Incompleto de sentimientos imprudentes y hasta un poco húmedos, al saber que ésta presente y pasado tan estrafalarios.
Vivo en la calle de animales asustados, y un ejército de niños solidarios.
Donde cada objeto es la misericordiosa madre de cada silaba, de cada palabra en cadena.
Donde la caricia crece y crece, hasta desbordase y ahogar cada miserable pena.
Donde existe esa química casi musical, del… yo abrazo…siempre abrazo…. hechicera
Tú mote y tú abrazo, y el vibratorio candelabro, sabiendo que tú fantasma anda…siquiera.
Mientras yo, vivo arrodillado por el vino, mientras el invierno me trae nostalgias del viejo cuadro, cansado de tantas y tantas medianoches de estruendo.
Y siento que todo esta tan muerto, temblando en un corazón que… no entiendo.
Todo esta tan vivo.
Quisiera poder tener el poder…levantarme iracundo de la silla y poder al fin derrotar mi cruel mansedumbre.
Todo esta tan vivo.
Quisiera no esperarte a ti y a tú nombre y mote, y pisotear tu vestido de naufragios sórdidos.
Quisiera no creer tú llanto.
Porque todo está de funeral, tan muerto
Porque todo está al rojo vivo y no consigo llamarte, por tu nombre, por tu mote
Porque sé que, con tu parte de sorda, iluminaras, generaras vida, oirás toda la música.
A costa de mis ojos desmesuradamente abiertos, a costa de la marea cambiante…
A costa de la desnudez propia e impropia.
A costa… de toda costa