Soneto: A la incomparable naturaleza

Ni el más malhumorado es capaz
de contrariar el impulso de sonrisa
ante protectorados de Artemisa,
y sus sublimes panoramas de paz

O, dime tú, sujeto amargado,
¿no siente vuestra amargura espanto,
al mirar el verdor y el encanto
de densa copa y monte elevado?

Pues es dechado y noble costumbre,
del paisaje recibir vuestras quejas
y hacer que se pierdan en su cumbre

y mientras más asombro más alejas
los ánimos menguados que esta lumbre
junto al sutil viento ya despejan

Muchas gracias Amalia, saludos

Precioso soneto.

Un cordial saludo.

Gracias Catalina! Buen día