INALCANZABLE

Gracias...
por tu cálida sonrisa,
por ese soplo
suave de brisa
que causa en mí
tu dulce mirada.

Por tu saludo fugaz,
que ya de por sí
me hace capaz
de demostrarme
a mí mismo, quien soy.

Te observo...
y tu lo sabes,
y por más que lo intento
no puedo evitar
el contemplar,
una y otra vez,
tu figura.

Esa hermosura
que tú, mujer,
mejor que ninguna
sabes lucir,
y que proporciona
el ansia de vivir
a todo aquel
que participa de ella.

Eres bella, y lo sabes,
como también se yo
que nuestra mutua amistad
no pasará de ser una simple,
tan simple amistad,
que el menor motivo
sumiría mi imagen
en tu olvido.

He intentado
por más de un camino
entrar en tu vida,
mas nunca me propuse
cambiar el rumbo
de tus pasos acertados.

Cada tarde, junto a ti,
es como un comenzar de nuevo.
Es tu amistad algo tan efímero
como el campo que, apenas labrado,
vuelve a llenarse de espinos.

¡¡Que distintos son nuestros caminos!!

Es un gusto disfrutar de tu poema, pero de una

inspiración hermosa, fue un honor detener mis pasos ante

tu entrega poética y disfrutarla.