La luz de la tristeza

LA LUZ DE LA TRISTEZA







Veo al mundo suceder bajo el Sol rendido
de los noviembres, cuando las ultimas rosas
agonizan y los árboles deshojados se visten de frío,
entre lagrimas sinceras o besos desleales.

Siempre hay una despedida
sin billete de vuelta o un teatro
cerrado por derribo, tras la Suite
en Re de Juan Sebastian.

El amanecer tiñe con colores de derrota
las sabanas que cambiaron perfume
por ausencia, y el espejo devuelve
el cansancio de la carne entre reflejos
de sueños destruidos.

Quedan pocas batallas que emprender
y ninguna gloria que ganar
una vez rendidas las armas y el orgullo.
Esta claridad vacía los paisajes y silencia
el adiós del agua que no ha de volver.
Mas un alma puede latir aun sin horizonte;
siempre hay alguna esperanza que apurar
bajo la tenue luz de la tristeza.

Me gustó mucho, Pablo, este poema imbricado en la tristeza y pletórico de melancolía. Un saludo-.

Pablo Tormo Sales escribió:LA LUZ DE LA TRISTEZA







Veo al mundo suceder bajo el Sol rendido
de los noviembres, cuando las ultimas rosas
agonizan y los árboles deshojados se visten de frío,
entre lagrimas sinceras o besos desleales.

Siempre hay una despedida
sin billete de vuelta o un teatro
cerrado por derribo, tras la Suite
en Re de Juan Sebastian.

El amanecer tiñe con colores de derrota
las sabanas que cambiaron perfume
por ausencia, y el espejo devuelve
el cansancio de la carne entre reflejos
de sueños destruidos.

Quedan pocas batallas que emprender
y ninguna gloria que ganar
una vez rendidas las armas y el orgullo.
Esta claridad vacía los paisajes y silencia
el adiós del agua que no ha de volver.
Mas un alma puede latir aun sin horizonte;
siempre hay alguna esperanza que apurar
bajo la tenue luz de la tristeza.

Me siento muy identificado con el sentimiento que late en el fondo de tu poema. Toda tristeza tiene una luz, sí, una luz que es más brillante que cualquier sombra que amenace con apagarla.

Me han gustado esos "árboles deshojados que se visten de frío" y las imágenes que devuelve el espejo.

Por los encabalgamientos, se nota que llevas tiempo escribiendo poesía. Ahora bien, cuidado con esas tildes que te faltan.

Un placer volver a leerte, Pablo.

Te agradezco tus comentarios. Si, hace años que decidí abrir la puerta a la poesía cuando llama. Me alegro que sea de tu consideración