De estrellas y guijarros

DE ESTRELLAS Y GUIJARROS


Te recuerdo entonces, joven amante hermoso
e impaciente, retando al mundo
desde sus brazos de arena, amontonando
las nubes sobre aquélla frente sin sombras,
o discutiendo con los árboles la conveniencia
de agotaros como bestias felices bajo su amparo.
Era, si, el tiempo del amor soñado,
tan ciego como egoísta, que incendiaba corazones
y montañas, y dejó un rastro de ceniza
que el tiempo ha enfriado para que el viento la guarde
en la memoria débil del hombre resignado.

El peso de los años ha cambiado tus pasiones
por inaccesibles estrellas, y tus recelos son sólo molestos
guijarros. Mas si el corazón inanimado vuelve
a pedir cuartel ofreciendo un latido nuevo
ante un amor imprevisto, no temas: vívelo
con la fuerza de las cataratas o la alegría
de un kamikaze que se inmola al Sol, pero muere nunca,
como la bandera tiroteada después de la batalla,
pues de los resucitados es el éxtasis.
Escribe entonces poemas obscenos, grita los secretos
que corroyeron tu alma, y bebe a grandes tragos
el vino del pecado, pues ya no necesitas perdón
.
Defiende el jardín que el amor vistió de oro
con fieras dentelladas de lobo dominante,
viejo amante hermoso e impaciente, y aspira la luz
de los de jazmines tardíos. Si Eros procura
que la luz del postrer paraíso que ya es tuyo
destierre toda sombra, Ovidio te guardará un lugar
entre aquellos elegidos que Amor no olvida.

Defines de una forma preciosa el momento del sosiego, y todas los momentos inmortales que te han llevado a él.

Gracias Ulises. Aunque me esfuerzo, no soy un profesional y hay poemas mejores y otros que no tanto.Pero siempre, como cualquier padre, acaba uno enorgulleciéndose de toda su prole.