La última gota de té.

La última gota de té.

Cuando se descubrió la luna,
un perro arañaba la pared.
Sigiloso y cauteloso
conquistaba mi cama,
reptando al ritmo del rasguño,
dejando esa cicatriz,
que abría paso entre las sábanas.

Por la noche, te pensaba.
Todo permanecía quieto,
cómo los ojos del Koi
que es arrancado del agua.
Sólo la vibración en mi garganta,
la nota ahogada del shamisen,
mitosis de aquel sueño.

La cuerda se liberaba, oscilante,
mudando la piel en el eco,
siendo tus manos mi universo,
y las estrellas, mariposas azules
que rompían sus alas al vuelo.
Donde el aire ya húmedo
concluía con el rapto del espectro.

En aquella oscuridad,
tú y yo nos encontrábamos.
Mientras la araña
al lepidóptero devoraba,
su sangre teñía mis mejillas,
el cadáver del insecto,
lo efímero de la vida.

Algo comienza, algo acaba,
mi pelo enredado, la seda rota.
Y mientras te miro
se desliza entre mis labios
la última gota de té.
El chawan aún templado,
La eternidad del instante.

La eternidad en un suspiro. Reminiscencias de William Blake, aunque con tus habituales referencias a la cultura japonesa.

Hay ciertos aspectos que corregiría, como la asonancia de este verso

"Sigiloso y cauteloso"

O el hipérbaton forzado de:

"Mientras la araña
al lepidóptero devoraba"

Saludos, Isabel.

¡Buenas, Isabel!

Como siempre, señalo desde la opinión y nunca desde el criterio maestro —no soy nadie—, porque al cabo este no existe.
Decirte que tu poema me resulta interesante en algunas imágenes, como puede ser

«(...) su sangre teñía mis mejillas,
el cadáver del insecto,
lo efímero de la vida.»

Sin embargo, el poema, si bien mantiene siempre una consistencia temática, pierde fuerza en algunas estrofas por el uso de imágenes o comparaciones que acaso no tengan relación o no guarden un sentido similar al de las metáforas anteriores. A mi juicio, y reitero que acaso ni siquiera debe ser considerado, los versos guardan escasa relación entre sí.

¡Un saludo! ¡Espero que podamos vernos más entre versos!

Óscar, gracias por tu apreciación, además de entender el mundo que hay detrás de él.
Intentaré buscarle solución a lo que me has señalado, de verdad que gracias por enseñarme, porque así se puede ir mejorando poco a poco.
Valoro muchísimo tu opinión.

Lucio, gracias por detenerte en leerlo y dar tu opinión, que por supuesto importa y la tendré en cuenta.
Tengo mucho que aprender y además mi manera de proyectar está muy influenciada por el arte oriental, quizá por eso también suene extraño.
Y claro que debe ser considerada tu visión, ya tan solo por leerlo merece mi mayor respeto. Porque gracias a comentarios como el tuyo se aprende y se mejora. Un saludo!.

¡De corazón agradezco tu consideración! Como aprendiz, nunca suelo tomar la voz del maestro.
¡Un saludo!

Lo que más me ha gustado, esta estrofa:

Algo comienza, algo acaba,
mi pelo enredado, la seda rota.
Y mientras te miro
se desliza entre mis labios
la última gota de té.
El chawan aún templado,
la eternidad del instante.

Un saludo.

Gracias Ramón por leer y valorar esa efímera estrofa, un placer. A veces, los pequeños momentos son los que más pesan en nuestro recuerdo.
Un saludo.