MI CUENTO DE NAVIDAD.... 2025.

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Nunca me creerán ustedes ni leyendo este CUENTO, MÍO, DE NAVIDAD...
Yo no era una persona que ni tres fantasmas, benditos, pudiera venir para auxiliarme... Ni vinieron para redimirme. Cuando uno mata su humanidad, por la humanidad de toda la Humanidad, acaba perdiendo su conciencia... Yo la perdí. Esta Navidad la soledad era mi consuelo, la pobreza mi riqueza... Dios lo tuvo difícil, casi estuvo a punto de tirar la toalla en Navidad. Estuvo a punto... El error de un mortal es decir sí a Dios, esa afirmación puede salirle tremenda mente caro... Sólo en los cuentos de Navidad hay un feliz de Dickens.. La Navidad verdadera es la irrealidad inhumana de las personas que mueren, padecen y se arruina su existencia, sin ni siquiera ser transcendente... No hay adornos en el árbol de la consciencia mortal, pues es lo único que le queda al hombre que ha dicho sí a Dios... Y ahí me encontráis, en este cuento de mi Navidad... No tenía más que mi ruina... bien me la había ganado, nadie que le dice sí a Dios la maldad permite ni que respire... Llegas a un punto de tanta desolación que la nieve es de color marrón... En verdad ahora, que os relato lo que narro de mi propio cuento de Navidad, que no tenía pesar alguno... Es la calma del resignado: tanto dinero tienes tanto puedes disfrutar a LA NAVIDAD...Es que me refugié en mi cuento de LA NAVIDAD, en su víspera de este AÑO NUEVO... Y agradecido a Dios porque si en verdad no era una Navidad, yo estaba dichoso y exuberante, todo lo contrario de lo que os he comenzado a narrar... La razón de esta contradicción tan abrupta residía en una dama cubana a la que mi amor, en estos 50 años, ni ella me conocía se manifestó antes de esta Navidad... Y si bien esa primera Navidad en que se reencontraron nuestros sentimientos, de la primera vez: ella con dos años y yo con doce, fue esa Navidad, la primera, que os continuo relatando, de una pobreza extrema y separados por un enrome océano, para mí fue y sigue, siendo la más hermosa, que ni todas las que después, a mi cuento de Navidad, de las Navidades presentes, jugosa y en la prosperidad del bienestar que hoy goza... Pero esa Navidad, de ahora os narro: pobre y desesperada, ved que no me puedo ni olvidar, pues al detalle, ves también que os la estoy narrando...Mi amada dama cubana, con un frío de espanto, ese húmedo que te cala los adentros, de un hedor de sufrimiento, padecimiento y resignación que mostraría un árbol adornado de Navidad sólo con la nada absoluta, como sucedió... Por puro hastío la pobre me chateó... Al principio era sombrío... Más yo estaba herido, tanto en lo físico, con la cabeza vendada y aún sangrando, pero en el alma de mi consciencia porque no la había podido auxiliar... Aún no lo puedo creer... empezó como una visión: Primero el árbol Navideño sombrío... Cys, mi amor, comenzó con su runruneo taino el que te van mostrando su cariño, desesperado el desemperezarse la existencia triste... como una criatura adulta que no quiere lanzarse al cuello pidiendo la auxilie porque está resignada y esa resignación me espeluznaba..
Y eso que no tenía humanidad. Yo me decía si le mentía con que todo se iba a arreglar. Cómo le mientes piadosa mente a tu amor de 50 años, siendo madre y abuela en una morada de Matanzas sin dada que comer en Navidad, después de décadas de comer pollos de la basura... Podéis detener el relato de la narración de este cuento y blasfemar hasta... ahí, cierto. Opte porque mi Cys fuese bien consciente, que fuese consciente de la realidad, tan irreal que la asolaba, era la madrugada, en España, del AÑO NUEVO, ella aún le quedaban dos horas, para saltar a otro año peor y yo tenía, con la cabeza abierta y por la impotencia, abriendo de nuevo la herida y sangrando: Dios nunca había sangrado en esos tres años pasados de guerra, tanto como en la noche que te estoy narrado su relato... Después de haber ayudado a miles de miles de personas, ahí tiene sentido lo dicho: que LA INHUMANIDAD cuando le dices, sí, a Dios, no sólo pierdes tú, humanidad, sino que sufres... y estaba sufriendo, no la ruina merecida en Navidad, sino no poderla amparar... ese es un sufrimiento, que no hay mayor tortura... Pero vete que la visión del árbol, que os detallé, comenzó ha hacer de las suyas... No sé de dónde fueron apareciendo. Lo siento LA FÍSICA CUÁNTICA, yo no sé por dónde comprenderla... pero luces y adornos de un colorido cuántico se iban manifestando desde la base y poco a poco... a la par que le iba, a Cys, consolando con la realidad: De que ahora estábamos desolados por no tener nada que auxiliarnos, yo, con mucho tacto, le iba expresando que esa era la realidad, pero que llegarían los dineros, que tanto esperábamos de mis labores de analística táctico, que estaba retenidos porque morí, cinco horas, en Crimea, y al estar administrativamente dado por muerto, todos los recursos estaban retenidos... Cuánto más tiraba por lo que os estoy narrado, del relato de este cuento de mi Navidad, el árbol se iba iluminando de luces que tenía vida, latían... y la belleza de esa visión se transmitió a mi amor, cuando se puso a leer, este regalo en el primer DÍA DE AÑO NUEVO. El Milagro, de su segundo nombre, comenzó a tomar consistencia porque de la realidad que le expresé superaríamos, como superamos LA NAVIDAD DE ESTE 2025, que por cierto decían que era 2024 y no es cierto, es 2025... fue aumentado su ánimo cuando le iba compartiendo en mis nuevos cometidos por dar cobijo seguro a esposas y familia de disidentes presos y exiliados para que en España pudieran sentirse protegidas mientras eran por LA AGENCIA atendidas en EL HOSPITAL... Cada familias de las personas de LA AGENCIA DE INTELIGENCIA, se prestaron para ayudarlas, Cys me pidió, si al final llegaran los dineros ayudar, y ved entre lo narrado y lo que podéis intuir llegó las seis en España las doce en Matanzas, y, sin nada con que celebrar, terminamos en la vídeo llamada dándonos besos virtuales mientras sonaban las doce campanadas... Entonces el bendito árbol de  NAVIDAD cuántico estalló en un aroma de bendición Navideño que el inesperado supe este año al mostrarse el mismo de esa visión que ahora que os estoy terminado la lectura de este relato, me hace narraros mayor asombro... porque el árbol de este año bendito y próspero con mi esposa reposando sobre mi pecho marcado por las heridas de la guerra, y no quiero despertarla, me muestra a las personas de CUBA, por fin en su democracia, que celebran las doce campanadas emulando el relato de este cuento: dándose doce besos... Sabía yo que por las personas de esta Cuba taina y noble... valió derramar sangre, lágrimas y amor, que es lo que proceso cada día de estos más de 50 años de mi, también, historia, tan hermosa como mi amada esposa: Cys, lleva a las personas de Cuba, haber hecho de tradición, al conocer este cuento, de amor Navideño, el darse doce besos para entrar en EL AÑO NUEVO, porque su sensibilidad taina valoran que dos criaturas, después de 50 años, en esa primera Navidad de hambre, fueron generosos a Dios con su amor sincero... Ese gesto de darse doce besos.. les llenó de todo lo bueno que LA NAVIDAD la hace, como este cuento mío de Navidad.. .de este amor de guerra que es mi esposa amada: Diancys... FELIZ AÑO NUEVO... en este mi cuento de LA NAVIDAD...Cuando le has dicho: sí a Dios, puedes ser torturado por LA INHUMANIDAD.. pero aún así ya no puedes inhibirte en tu terror... Has dejado tu, tú para pasar a ellos-as, eso tiene convertirte en un pringado de LA IDAD HUMUS... Patria, pan y vida: NAVIDAD.